BIBLIA - SÍNTESIS.65
06-12-21
I.- LA FIGURA HUMANA DE JESÚS
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1.- Jesús, Hombre sano y fuerte. Aun sólo reduciéndonos a Marcos, el más breve de los evangelistas, podemos descubrir rasgos elocuentes de su fortaleza física.
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a) Ora, quitando tiempo al sueño. Jesucristo puede permitirse el lujo de dedicar grandes espacios de sus noches a la oración.
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Después de un día de constante trabajo, apenas descabezado el sueño, se levanta antes que todos, se va a lugar solitario y se dedica a orar (Mc 1,35).
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Lucas refuerza esta idea al hablarnos de su costumbre de orar prolongadamente (Lc. 5,16), y de forma especial en las noches de mayor preocupación (Lc. 22,39).
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b) Duerme profundamente, aún de día. Cuando se echa a dormir -como tiene una naturaleza muy sana- se sumerge en un sueño profundísimo (Mc. 4,38).
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Ni el rugido del mar y del viento, ni los golpes de las olas, ni el agua que le moja, ni las voces de aquellos hombres que temen por sus vidas, le despiertan.
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c) Infatigable en caminos duros. Subiendo hacia Jerusalén va delante de sus apóstoles. El desnivel es enorme hasta la Ciudad Santa.
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Más de 1.000 metros en pocos kilómetros. (De Jericó junto al Jordán a Jerusalén sobre las montañas). Naturaleza fuerte que no se siente agotada tras una dura caminata (Mc. 10,32).
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d) Su contextura es fornida. Se manifiesta en la expulsión de los mercaderes del templo (Mc. 11,15ss, reforzado por Jn. 2,14ss).
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(En la Sábana Santa de Turín, el perfecto desarrollo físico de su cuerpo y su complexión robusta, allí gráficamente contemplados, serían una confirmación valiosa de nuestro aserto).
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M.S.G. |