MENSAJE DEL DÍA 1 DE
MAYO DE 1981
[1]
EN SAN LORENZO DE EL ESCORIAL (MADRID)
(Estando en casa, de noche, mientras hace sus oraciones habituales, Luz
Amparo ve a la Virgen vestida de Dolorosa, con manto negro y capucha que le
cubre la cabeza, debajo: un velo blanco. Aparece de rodillas, con las mejillas
surcadas por las lágrimas; lleva dos velas, una en cada mano, y pide por la paz
del mundo. Aparenta unos diecinueve o veinte años, con una cara bellísima,
aunque la mira con mucha tristeza).
LA VIRGEN:
Hija mía, no dejéis de rezar el santo Rosario. Diles que si no me escuchan habrá muchas muertes y la Iglesia irá decayendo, y no habrá trabajo y habrá muchas miserias, sobre todo en España...
Hija mía, el santo Rosario rezado con devoción tiene mucho poder; os pido muy poquito: que recéis, que con vuestra oración y penitencia nos ayudaréis a mi Hijo y a mí a salvar muchas almas que están errantes, esperando que alguien las salve.
Yo me he manifestado en muchos sitios, pero están vacíos y no quieren saber nada, y si no me escuchan, en España habrá otra guerra y la Iglesia española padecerá.
Rezad mucho y haced mucha penitencia, para que todos os salvéis. Os quiero a todos, porque todos sois hijos míos. Hay que ser más constantes en recibir la Sagrada Eucaristía; es muy importante comulgar los primeros viernes de mes con mucha devoción y pedir para que todos los sacerdotes sean buenos católicos, y con sus buenos ejemplos el Espíritu Santo los ilumine para servir a Dios y amar al prójimo, y que colaboren en salvar almas...
Haced oración, y diles que hagan mucho sacrificio, que cuanto más sufráis y más sacrificios hagáis más os amo; porque así me ayudáis a sufrir y a pedir por tantos pecadores que tanto lo necesitan.
[1] No existe grabación en audio de este mensaje; fue comunicado después por Luz Amparo. Cf. o. c., nº 1, p. 2.