MENSAJE DEL DÍA 12 DE OCTUBRE DE 1982

EN PRADO NUEVO DE EL ESCORIAL (MADRID)

 

     LA VIRGEN:

     Hija mía, hija mía, rezad por la paz de España. Hijos míos, España está en un gran peligro; haced oración, penitencia. Con el santo Rosario, hijos míos, se puede salvar toda una Humanidad. Haced oración, que el mundo está en peligro; no hacen caso, hija mía, ¡qué pena me da! Reza mucho por España, que empezará el castigo por España. Hijos míos, soy vuestra Madre gloriosa, hijos míos, la Virgen del Pilar; pedid, que os escucho, hijos míos; con María, hijos míos, y por María os salvaréis. Todo el que no crea en María no entrará en el Reino del Cielo, hija mía.

     Os bendigo, hijos míos, como bendigo a España, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.

     Escribe un nombre, hija mía; escribe un nombre, hija mía, en el Libro de la Vida... Ya hay otro nombre más, hija mía. Besa el Libro.

     Este mensaje es para ti, hija mía... (Palabras en idioma desconocido).

     Por la paz del mundo, hija mía, por la paz del mundo entero, besad el suelo, hijos míos. Este acto de humildad, hija mía, es un acto de humildad, hija mía, en reparación de todos los pecados del mundo.

     Serás calumniada, hija mía; vas a sufrir mucho; recíbelo con humildad, hija mía; piensa en mi humildad. Por mis almas consagradas. La Iglesia está en un gran peligro, hija mía; ¡qué pena me dan esas almas! Pagarán por su castigo y por las almas que arrastran, hija mía. Haz penitencia por todos ellos, ¡los amo tanto, hija mía!, pero qué ingratos son.

     Rezad por el Vicario de Cristo, está en un gran peligro por todos los que le rodean, hija mía. Será martirizado.

     Penitencia, hijos míos; haced visitas al Santísimo, hijos míos; rezad mi plegaria, ¡me agrada tanto, hijos míos! Y tú, hija mía, sé humilde.

     Adiós, hija mía.