MENSAJE DEL DÍA 4 DE FEBRERO DE 1995, PRIMER
SÁBADO DE MES,
EN PRADO NUEVO DE EL ESCORIAL
(MADRID)
LA
VIRGEN.
Hija mía, mis palabras
van a ser muy cortas, porque la Humanidad cada día está peor. Los gobernantes de
las naciones sólo piensan en subir al poder; los gobernantes de los pueblos,
muchos de ellos, se aprovechan del Nombre de Dios para sus fines políticos, hija
mía. El mundo está en un caos terrible, que sólo acudiendo a mi Inmaculado
Corazón el mundo podrá cambiar.
Quiero, hija mía, que
durante tres meses, me saquéis en procesión por todos estos lugares y cantéis
cánticos de alabanza. Todo el que acuda a mi Inmaculado Corazón no quedará
defraudado, hijos míos.
Haced penitencia, haced
oración; sacrificaos, hijos míos. El mundo está cada día en una situación más
grave.
Levantad todos los
objetos; todos serán bendecidos con bendiciones especiales para la salvación de
las almas... Todos han sido bendecidos, hijos míos.
Acudid a este lugar,
que todo el que acuda a este lugar mi Corazón Inmaculado lo llenará de gracias.
Orad mucho, hijos míos, orad.
Os bendigo, hijos míos,
como el Padre os bendice por medio del Hijo y con el Espíritu
Santo.